Champagne Supernova

19.11.06

La ceremonia de New Order

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Algunos artistas trascienden lo meramente musical, y algunos shows son mucho más que una colección de canciones. New Order son mucho más que una banda, y sus presentaciones son mucho más que recitales: los ex Joy Division son leyendas, y sus shows son eventos, ceremonias en los que el pasado y el presente se unen en canciones repletas de climas, atmósferas, emociones. El impecable show que dieron en el Club Ciudad de Buenos Aires es un ejemplo de porqué ocupan el lugar que tienen en la historia de la música.

Desde la apertura con la poderosa "Crystal", hasta el emotivo final con la conmovedora "Love Will Tear Us Apart", New Order demostraron que siguen tan saludables como siempre, que el tiempo no pasó y que saben hacer muy bien lo suyo. Decir que son una banda de los 80 es equivocarse profundamente: los temas más nuevos, como las fantásticas "Krafty", "Turn" y "Waiting For The Siren's Call", de su último disco, son clásicos instantáneos que no tienen nada que envidiar a sus canciones más populares, y se integran perfectamente en un setlist sin fisuras.

Comandados por un Peter Hook desenfrenado, la banda sabe cuándo rockear ("Crystal", "Ceremony"), cuándo conmover ("KW1", "Turn") y cuando poner al público a bailar (sobre todo en la increíble "Temptation" y en el hit masivo "Blue Monday"). Tampoco faltó el recuerdo de Joy Division, en la poderosa "Transmission", la solemne "Atmosphere" (una de las mejores composiciones del desaparecido Ian Curtis) y el arrollador final con el mayor clásico de todos, "Love Will Tear Us Apart".

Si bien la voz de Bernard Summer se perdía de a ratos en medio de tanta parafernalia pop, el cantante hizo gala de sus dotes de showman al animarse a bailar, girar, saltar y animar al público, todo sin alejarse demasiado del micrófono de pie. Luego de 25 años, el público argentino pudo ver en persona a una de las bandas más importantes de las últimas tres décadas. Su notable show de Buenos Aires demostró que la espera valió la pena.